domingo, 9 de noviembre de 2008

Indie hueco mexicano

Fin de semana extraño. A Snow Angels se ha sumado Bella (ésta vista en sala), del mexicano Alejandro Gómez Monteverde; otro título “indie” que llega precedido por campanas de acontecimiento. Las dos tienen una chica guapa, guapísma, que hace más llevadero el tedio. En este caso, Tammy Blanchard (en la foto, con Eduardo Verástegui), una belleza que recuerda a Romy Schneider, lo que no es piropo pequeño. Las dos fracasan de modo estrepitoso en su intento, tan vano como desesperado, de contar una historia inane con un estilo innovador (¿¡INNNOVADOR!?). Las dos entusiasman, para mi sorpresa a aficionados inquietos y críticos rompedores. (Ojo, a partir de aquí se revelan pormenores de la trama). Desde el momento en el que el protagonista se sube al coche se sabe lo que va a pasar (ha pasado). Para dramas sobre las consecuencias de un atropello accidental narradas de modo poco convencional, me quedo con 21 gramos, de un tipo con genio de verdad, como el mexicano Alejandro González Iñarritu; Cruzando la oscuridad, de Sean Penn, o Red Road, de Andrea Arnold. Aunque tampoco son desdeñables clásicos como Al caer la noche, del gran Claude Chabrol, o Accidente, del inquietante Joseph Losey. Cualquiera de ellas le da veinte vueltas en su propio terreno. (Se puede seguir leyendo sin desvelar la trama) Sí, ya sé, ya estoy sacando un puñado de películas de tema similar para desvirtuar una de estreno reciente, pero si el nuevo director se limita a repetir lo ya logrado, si no es capaz de aportar algo nuevo a lo hecho por quienes le precedieron, máxime cuando se le vende como el no vá más ¿dóndes está la gracia? Lo malo es que, además, aburre. Otro firme candidato al premio Tostón del año. Aunque como alegato anti-aborto puede funcionar.

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