martes, 26 de agosto de 2008

¿Existió alguna vez Doris Day?

La prensa se hace eco de una nueva biografía escándalosa de Doris Day (publicada con el subtítulo: The Untold Story of the Girl Next Door), en la que el escritor David Kaufman desvela, supuestamente, una imagen de la actriz muy distinta de la que ésta ofrecía en sus películas. Pero lo cierto es que, a pesar del centenar de testimonios que contiene, el libro de Kaufman no es tan sorprendente como pueda parecer. La razón es que la propia Doris Day desmitifico su imagen en unas sombrías memorias (Her Own Story) dictadas a A. E. Hotchner y publicadas en 1975 ¡hace 33 años!. En ellas, lo contó todo en primera persona: los esfuerzos de su primer marido, el que le puso una pistola en el vientre, para que abortara; los malos tratos de los hombres; el abandono de sus maridos; el intento de violación; las estafas que sufrió y el valle de lágrimas que ha sido buena parte de su existencia. Lo que hace ahora Kaufman es ampliar el panorama hasta la actualidad y darle color. Pero su libro, con ser el más completo, no es, ni siquiera, el único en su linea. Casi al mismo tiempo, y con la misma portada, para incrementar la confusión, se acaba de publicar también: Doris Day, Reluctant Star, de David Bret. En realidad, en los últimos tiempos, quizá intuyendo próxima la muerte de la estrella, de 86 años, no dejan de editarse cosas sobre ella. Sin ir más lejos, hace unos meses, por ejemplo, Considering Doris Day, un repaso (aquí nada de escándalos) de Tom Santopietro a todas sus películas. Lo que no acabo de comprender es qué habrá hecho esta encomiable actriz para levantar tanto paternalismo y morbo hacia ella ¿Será porque en sus películas encarnó a mujeres que trabajaban para ganarse la vida en una época en que eso no era lo habitual? ¿O porque dio vida a mujeres independientes que luchaban por casarse por amor y no por presiones ni conveniencias sociales? ¿Aunque quizá se le reproche el haber sido una de las estrellas femeninas más taquilleras de todos los tiempos, una de las poquísimas capaces de competir con sus colegas masculinos en ese terreno? ¿O será que triunfó por igual como actriz y como cantante? ¿O quizá porque tuvo el valor de protagonizar en el drama Quiéreme o déjame (1955) la biografía de la cantante Ruth Etting, una mujer maltratada y humillada por el hombre a quien amaba, como ella misma?

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