skip to main |
skip to sidebar
Heston, Moore e Eastwood
Ha muerto Charlton Heston. Quienes no veían en él a un gran actor sino al ex Presidente de la Asociación Nacional del Rifle y adalid de la defensa del uso de las armas (largas) en Estados Unidos, un derecho reconocido por la constitución de ese país, respirarán mejor. Serán los mismos que prefieren ignorar que Heston fue una de las estrellas de Hollywood que defendieron con más firmeza los derechos de los ciudadanos negros en Estados Unidos (en la foto superior, con Sidney Poitier y Harry Belafonte). O que son muchos los astros de la meca del cine a quienes les gustan las armas de fuego. Que Steven Spielberg tiene una de las mejores colecciones de armas de California. Que la pasión de Sean Penn por éstas provocó que una vez que denunció la sustracción de su coche tuvo que advertir también que en el vehículo robado llevaba dos pistolas cargadas. Que cuando el mismo Penn secuestró a su entonces esposa Madonna y la mantuvo atada a una silla durante horas mientras la humillaba (¿seguira siendo eso violencia de género aunque la practique un cineasta tan enrollado como él?), la policía, advertida de que el actor guardaba un arsenal en su casa, envió a los geo locales a detenerlo. Que una de las pocas cosas que animaban a salir de casa al taciturno Stanley Kubrick era ir a practicar tiro con sus pistolas.
Me pregunto qué hubiera ocurrido si el dicharachero Michael Moore hubiera ido a humillar a Clint Eastwood en lugar de a Charlton Heston (con Moore en la foto en color) para añadirle una nota de humor a su celebrado documental Bowling for Columbine. Eastwood dio una pista al recoger uno de los multiples premios que recibió por Million Dollar Baby, con Moore presente entre la audiencia: “Michael Moore y yo tenemos muchas cosas en común. Los dos valoramos vivir en un país en el que hay libertad de expresión. Pero, Michael, si te presentas alguna vez en la puerta de mi casa con una cámara, te mato”. Los asistentes rieron la gracia y aplaudieron, pero Eastwood remató lacónico: “Hablo en serio”. ¿Qué hubiera pasado si esa misma amenaza la hubiera pronunciado Charlton Heston y no una figura tan respetada como Eastwood?
No hay comentarios:
Publicar un comentario