sábado, 31 de enero de 2009
Misión Imposible en Alemania
Vista ya Walkiria (en la foto superior), de Bryan Singer, confirmo los temores que adelantaba allá por el mes de octubre sobre esta película. No funciona como película de acción ni dramática ni de suspense. "Un thriller sin suspense suficiente", diagnóstica el crítico del diario USA Today. Cada vez que pienso en ella, se acrecienta el aprecio hacia la telepelícula Operación Walkiria, realizada en Alemania, en 2004, para conmemorar el 60 aniversario del atentado contra Hitler (fue en 1944), que editó en España en DVD, en 2006, el sello Universal, y que Antena 3 (¡que acierto!) estrenó en televisión hace unos días. La película de Cruise supera en efectismo en las escenas de batalla en África y reconstruye con efectos especiales el atentado, que la versión alemana, más modesta de medios, elude mostrar. Careciendo las dos de la tensión y el suspense que serían deseables (no todos los cineastas pueden lograr algo tan genial como el Chacal, de Fred Zinnemann), la alemana es mucho más creible y tiene mayor profundidad dramática. Resulta más auténtica porque esta protagonizada (Sebastian Koch, el escritor de La vida de los otros) escrita y dirigida (Jo Baier) por alemanes. Personajes de carne y hueso, que dudan (el protagonista pasa de admirar a Hitler a odiarlo), sufren, sudan y saben que se están jugando la vida y la de los suyos, y no se comportan, desde luego, como superhéroes de Hollywood embarcados en otra Misión Imposible. El tono de toda la narración es mucho más angustioso y brutal. (en las próximas lineas se desvelan detalles que puedes no quere conocer sin haber visto la película) La alemana empieza justo por la escena final, quizá porque va dirigida a un público, el alemán, que conoce bien los pormenores mortales de la intentona. Las escenas de la visita a Goebbels y la de la detención del final, por citar dos ejemplos, son muy distintas en ambas versiones. En esta última, en la versión alemana, el personaje que se suicida se tiene que disparar dos veces y, aún así, tienen que darle el tiro de gracia. El gesto final, en el paredón, en fin, no lo hace el protagonista sino su asistente. (puedes seguir leyendo sin descubrir nada de la trama) Por cierto, se admiten apuestas: ¿tenía el coronel Stauffenberg 3 hijos, como en la versión de Cruise, o 4, como en la versión de sus compatriotas alemanes (foto de la derecha)? Operación Walkiria añade, además, el aliciente cinéfilo de contar en papeles de peso con Christopher Buchholz y Hardy Kruger Jr. (en la foto de la izquierda, con Koch), hijos, respectivamente, de ya sabes qué estrellas germanas. Sé que es un factor psicológico ajeno al cine, pero si se hiciera una película sobre circunstancias dramáticas de la guerra civil española preferiría que no la protagonizara Tom Cruise ni que se convirtiera en un vehículo estelar a lo Hollywood.
3 comentarios:
¡Muy buen post!
Diego, tu sí que eres un buen seguidor...
Buff, Chacal, vaya peliculón. Ni De aquí a la eternidad, ni Solo ante el peligro ni hostias en vinagre...
Publicar un comentario