martes, 28 de octubre de 2008

Una historia de lealtad

Más de un cinéfilo va a temblar, pero yo tengo que decirlo: hay mucho de la magia final de Ricas y famosas, que es como decir del mejor George Cukor, en la conmovedora última parte de Los años desnudos: clasificada S. Es así y así hay que reconocerlo. La película es, por encima de todo, una hermosa historia de lealtad, esa cualidad tan desconocida en los tiempos que corren. Lealtad entre los personajes que interpretan Candela Peña, Goya Toledo y Mar Flores, que olvidan las traiciones y zancadillas que las separaron en el pasado para unirse ante la adversidad lo mismo que hacían Candice Bergen y Jacqueline Bisset en aquel clásico de Cukor. Cabe añadir que la cinta es lo mejor que han firmado en cine el tándem Dunia Ayaso y Félix Sabroso, que se confirman como unos excelentes directores de actores. Brilla, en especial, el citado trío femenino. Todas mis simpatías para Mar Flores, que demuestra inteligencia, humildad y haber aprendido bien la ingrata lección que le supuso hace diez años el patinazo de Resultado final, al reservarse el más discreto de los tres papeles principales (que defiende bien y hace creible), a pesar de ser la productora mayoritaria del filme. Éste arranca con momentos de buen cine y remata con sentimiento y ternura. No es ni mucho menos una producción redonda (inevitable la sensación de guardarropía y museo que da en algunos momentos la ambientación, algo, por otra parte, muy común en nuestro cine), pero merecía mucha mejor suerte que el revés que le ha propinado el público en taquilla, que la ha situado en el decimoquinto lugar del ránking en su primer fin de semana de estreno ¿Por qué? ¿Por qué es española? ¿Y con decir esto basta? ¿Hasta cuando?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy contigo en que Mar Flores está mejor de lo que cabría esperar, y en que los últimos minutos están llenos de sentimiento. Pero antes ha pecado todo de tal precariedad y poca originalidad dramática que a mí por lo menos no me llegó.

Y lo de la "sensación de guardarropía y museo" clama al cielo.