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Suspense con final sabido
No es la primera vez que el conde Claus Von Stauffenberg se asoma a la pantalla de cine. Era un personaje con un papel muy breve en Rommel, el zorro del desierto (1951), pero a mi se me quedó grabado cuando vi la película de chaval. El oficial tuerto y manco que ponía una bomba bajo la mesa en una reunión con Hitler. Su “machada” figurará en los libros de historia, pero se 
nos escapaba al común de los mortales. Hasta que Tom Cruise se ha encaprichado con el papel, que interpreta en Walkiria, su nueva película. No es, sin embargo, el primero que da vida al valeroso militar. Sebastian Koch (el actor que interpretó al dramaturgo a quien espiaban en La vida de los otros) lo ha encarnado hace muy poquito en la rutinaria telepelícula alemana Operación Walkiria (2004), editado en dvd en España por Universal, y Brad Davis, meses antes de morir, en The Plot to Kill Hitler (1990), otra telepelícula. El desafío que plantea llevar la gesta de Von Stauffeberg a la pantalla es que el espectador sabe desde el 
principio que el complot fracasó. Fred Zinnemann se enfrentó al mismo problema cuando adaptó Chacal, la trepidante novela de Frederick Forsyth sobre un plan para asesinar al general De Gaulle, y superó la prueba de modo brillante, manteniendo al espectador en vilo hasta la última imagen Se admiten apuestas sobre si Bryan Singer (Sospechosos habituales, X-Men, X-Men 2, Superman Returns) lo logrará. A mi me parece que lo tiene muy difícil.
No es la primera vez que el conde Claus Von Stauffenberg se asoma a la pantalla de cine. Era un personaje con un papel muy breve en Rommel, el zorro del desierto (1951), pero a mi se me quedó grabado cuando vi la película de chaval. El oficial tuerto y manco que ponía una bomba bajo la mesa en una reunión con Hitler. Su “machada” figurará en los libros de historia, pero se 
nos escapaba al común de los mortales. Hasta que Tom Cruise se ha encaprichado con el papel, que interpreta en Walkiria, su nueva película. No es, sin embargo, el primero que da vida al valeroso militar. Sebastian Koch (el actor que interpretó al dramaturgo a quien espiaban en La vida de los otros) lo ha encarnado hace muy poquito en la rutinaria telepelícula alemana Operación Walkiria (2004), editado en dvd en España por Universal, y Brad Davis, meses antes de morir, en The Plot to Kill Hitler (1990), otra telepelícula. El desafío que plantea llevar la gesta de Von Stauffeberg a la pantalla es que el espectador sabe desde el 
principio que el complot fracasó. Fred Zinnemann se enfrentó al mismo problema cuando adaptó Chacal, la trepidante novela de Frederick Forsyth sobre un plan para asesinar al general De Gaulle, y superó la prueba de modo brillante, manteniendo al espectador en vilo hasta la última imagen Se admiten apuestas sobre si Bryan Singer (Sospechosos habituales, X-Men, X-Men 2, Superman Returns) lo logrará. A mi me parece que lo tiene muy difícil.
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3 comentarios:
Causan un efecto casi paródico, tantos Von Stauffenbergs diferentes en un mismo post... Yo sí confío en BSinger y, por qué no, también en TCruise, más listo de lo que se nos hace creer. Incluso dando que pensar tantos problemas de producción como ha tenido Walkiria.
Y la Chacal de Zinnemann es un prodigio de pura narrativa visual, casi sin diálogos.
Mis temores proceden de que a mi no me gustan las películas de Singer, y de comprobar como ese prodigio que es Chacal se desvirtuó en Jackal. Es obvio que cuando algo pueda empeorarse, se empeorará.
Synger me parece un director sobrevalorado, como casi todos los que hay en la bendita actualidad. De él lo único que espero es que, tratándose de nazis, no nos entregue otro mierdón como "Verano de Corrupción".
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