Tres caras a seguir

A la chica, sobre todo si es joven y guapa, le siguen reservando en el cine el papel de mujer florero. O sea el interés romántico del protagonista o de la historia. Tres películas de estreno, Mamma Mia!, California Dreamin’ y Zohan: licencia para peinar (que se estrena este viernes), contienen tres perlas que corren el riesgo de pasar inadvertidas. Son, respectivamente, la estadounidense Amanda Seyfried, la rumana Maria Dinulescu y la canadiense Emmanuelle Chriqui. La rubia Seyfried, de 22 años, a quien el suplemento Metropoli de El Mundo dedicó uno de sus perfiles en la desaparecida sección “La promesa”, no se deja eclipsar en pantalla por el talento, experiencia o presencia (que cada uno aplique el término a su gusto) de gente como Meryl Streep, Pierce Brosnan, Colin Firth o Stellan Skarsgard (¡qué monstruo de la interpretación!). No hace falta decir más. María Dinulescu, de 27 años, lo tiene más difícil siendo rumana, pero los que hayan visto la película seguro que no la olvidan. A mi me recordó la belleza y la energía salvaje de Ornella Muti en sus mejor momento, con unas gotas del gélido atractivo de Francesca Neri. Me la perdí en La marca del lobo, pero el DVD que tengo sobre la mesa va a subsanar ese imperdonable error en unos minutos. En cuanto a Emmanuelle Chriqui, la más veterana de las tres, con sus 30 años, es la mejor disculpa para ir a ver a Adam Sandler haciendo el zafio como el superhéroe de parodia Zohan. Nació en Montreal, pero de familia judía marroquí, lo que le añade ese toque exótico tan cautivador. Trabaja en el cine de hollywood, pero repasando su filmografía me es difícil recordar dónde puedo haberla visto, aunque seguro que a partir de ahora no me volverá a pasar inadvertida ¿Cómo podría?