Los Globos se deshinchan

La asociacion de periodistas que concede los publicitados Globos de Oro ha anunciado que suspende la gala de entrega de sus galardones a consecuencia de la huelga de los guionistas de Hollywood. No tendría mayor importancia que dejaran de entregarse los premios con peor fama en la industria del cine americano, que conceden 90 miembros de la prensa extranjera (menos votantes que las comunidades de propietarios de no pocas fincas urbanas), en su mayoria completos desconocidos. Si no fuera porque estos reporteros residen en California y dependen por entero de la buena voluntad de las productoras que concurren con sus películas a los galardones para conseguir entrevistas y reportajes con los que subsistir. Si no fuera porque la maquinaria publicitaria de estas mismas productoras ha difundido con fortuna la especie de que los Globos, sobre los que tanta influencia tienen, son la antesala de los Oscar. Pero lo que son, en realidad, es su muñidor. La cancelación de la gala no es más que una soberana patada de los guionistas en el trasero de los Oscar, recordándole a los estudios lo que puede ocurrir si la huelga que mantiene el sindicato que los representa no llega a buen termino pronto. ¿O es que nadie recuerda ya que la primera persona de la historia que rechazo un Oscar fue Dudley Nichols, el guionista de El delator (1935), de John Ford, y que lo hizo, precisamente, durante una huelga de su sindicato?