Película andaluza del año

Durante años nunca he oido una mala palabra sobre Antonio "Antoñito" Banderas entre la gente del cine o la prensa. En especial, si lo conocían en persona. Una situación que me resultaba tanto más admirable y sorprendente al compararla con el caso de Penélope Cruz, a quien le llueven los improperios en cuanto da un paso en falso. Algo que dice mucho, a favor de Banderas, sobre la diferencia de entender la vida y el estrellato internacional de uno y otra. Pero ha bastado que el malagueño pusiera un píe de vuelta en España, con la producción de El camino de los ingleses, su segunda película como director, para que afloraran las inquinas y envidias propias de este pais cainita. Esto no significa que le asista por completo la razón al actor cuando ayer proclamó en Málaga, durante la presentación de "Tres días, el verano de la roca", su nueva cinta como productor: soy el cineasta español que menos subvenciones ha recibido. ¿Desde cuando? ¿Para qué? ¿Eso cómo se mide? Al oirlo seguro que más de un productor andaluz modesto recuerda el día en el que se enteró que se quedaba sin esa subvención cuyo cobro, le habían prometido en La Junta de Andalucía, no era más que un puro trámite, porque su cuantía había ido a engrosar el presupuesto de la producción andaluza del año: El camino de los ingleses.