Cuenta la tradición
que una noche de Navidad que estaba Santa Clara (1194-1253) postrada en
cama, por lo que no pudo asistir a la misa de Nochebuena, vio y oyó la que se
estaba celebrando en un templo distante reflejada de modo milagroso en la pared
de su celda, cual si fuese una gran pantalla de televisión. Un prodigio que
movió al Papa Pio XII a declararla patrona de ese medio de comunicación, el 4 de
febrero de 1958. La santa, fundadora de las clarisas, rama femenina de los
franciscanos, ha tenido un perfil muy cinematográfico, y ha sido encarnada en la
pantalla, entre otras, por Helena Bonham-Carter, en Francesco (Liliana Cavani,
1989); Judi Bowker, en Hermano sol, hermana luna (Franco Zeffirelli, 1972), y por
la ex actriz y hoy religiosa Dolores Hart, en San Francisco de Asis (Michael
Curtiz, 1961). Pero más sorprendente aún que el prodigio que se le atribuye a Clara de Asís es que
el director José Luis Cuerda, que trabajó mucho tiempo como realizador de televisión, experimentó un fenómeno similar
cuando era un crío, según ha contado en entrevista reciente (El Mundo, 7.11.2012, suplemento Campus, pag. 7): La primera vez que
vi cine, ha relatado, estaba echando la siesta con mi hermano, de pequeños. Y
el cine era Paco, el hijo del labrador que estaba trillando en la era.
Por un sistema de reflexión de la luz, esa imagen se proyectaba en la pared de
la habitación boca abajo y yo veía aquello como quien ve una película.
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