domingo, 26 de octubre de 2008

Madres, madres, madres...

¡Qué fácil sería que sólo las madres que son miembros fervientes del Opus Dei fueran madres posesivas hasta la destrucción, como esa que borda Carmen Elías en la película Camino, de Javier Fesser, y que puede valerle un Goya a esta actriz! Pienso en las madres opresoras de Hitchcock; en la de Bob Geldof en El Muro, de Pink Floyd; en la que lleva a la demencia a Frances; en la ultrarreligiosa, esta sí, de Carrie; en la que domina como a un muñeco al terrible gángster que interpreta James Cagney en Al rojo vivo (White Heat), o en la decidida libertaria y republicana Aurora Rodríguez, y la suya fue también una escalofriante historia real, que llegó al asesinato en Mi hija Hildegart. Por citar sólo unas pocas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya se ve que, después del fracaso en taquilla (la 7ª película de la semana pasada, y eso que no había muchas más), a Fesser le interesa crear polémica antes del fin de semana.

Cometí el error de ir a ver Camino, lo cual sólo me hizo pasar un mal rato con una película larga, lenta y sangrienta. Estoy de acuerdo con los críticos: el tema se aborda lentamente y la película resulta como una patada en el estómago. Tuve que irme al cabo de dos horas de película… y todavía le quedaba lo peor, según me han contado.

La película ya está en la red para descargar. Os recomiendo que os la bajéis y gastéis ese dinero en unas buenas copas, en lugar de pasar un mal rato en el cine.

Anónimo dijo...

Pues a mí Camino, sin parecerme una obra maestra, me parece que tiene valores (argumentales y formales) muy por encima de la media en el cine español actual.

Y a ver si nos cortamos un poco a la hora de recomendar que en vez de pagar cine lo gastemos "en unas buenas copas". Las películas le cuestan esfuerzo y dinero a algunos, y verlas gratis por sistema y encima proclamarlo a los cuatro vientos no deja en muy buen lugar.