Parodia parodiada

Hace ocho años se estrenó una película titulada Héroes fuera de órbita (Galaxy Quest). Su original argumento era que los protagonistas de una serie de televisión tipo Star Trek eran abducidos por unos extraterrestres que los habían confundido con auténticos héroes galácticos, obligándoles a comportarse como tales. Un vehículo estelar de 45 millones de dólares al servicio de Tim Allen, uno de esos cómicos norteamericanos que tanto gustan a sus compatriotas pero no acaban de cuajar entre nosotros. El broche lo ponía un reparto de campanillas, que completaban Sigourney Weaver, Alan Rickman, Sam Rockwell y Tony Shalhoub (el genial Monk televisivo). El viernes pasado han estrenado Tropic Thunder: una guerra muy perra. Su original argumento es que unos actores que ruedan en Asia una película bélica sobre Vietnam son víctimas de una suma de casualidades que les obliga a comportarse como sus heróicos personajes de ficción. Un vehículo estelar de un centenar de millones de dólares a mayor gloria de Ben Stiller, uno de esos cómicos norteamericanos que tanto gustan a sus compatriotas pero no acaban de cuajar entre nosotros. El broche lo pone un reparto de campanillas, que completan Robert Downey Jr., Jack Black, Matthew McConaughey y Tom Cruise (reinventándose en plan John Travolta). Las dos son producciones de Dreamworks (sí, el estudio de Spielberg) y las dos son parodias. Aunque la primera no se toma en serio a sí misma ni incurre en el humor grosero, y la segunda sí. Quizá por eso Tropic Thunder ha cautivado a cierta crítica mientras que Héroes fuera de órbita pasó indavertida en el momento de su estreno. Me pregunto que habría sido de un bodrio como Tropic Thunder si lo hubiera dirigido algún cineasta con auténtica vis cómic tipo Mel Brooks (El jovencito Frankenstein) o el trío Jerry Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker (Aterriza como puedas)... y me desternillo sólo de pensarlo.