skip to main |
skip to sidebar
Muertes de cine
He comentado alguna vez que me gusta leer las críticas de Roger Ebert. También, que libra una batalla con el cáncer. No me sorprende pues el comentario que hace de Ahora o nunca (Bucket List) (http://rogerebert.suntimes.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20080110/REVIEWS/801100301/1023 ), la película de Rob Reiner, con Jack Nicholson y Morgan Freeman, sobre dos enfermos terminales que apuran sus últimos días cumpliendo deseos pendientes. Taduzco el inicio de su crítica: “… es una película de dos vejetes que no se parecen en nada a la gente corriente, que padecen un cáncer que no tiene nada que ver con el cáncer y que se embarcan en aventuras que no tienen la menor verosimilitud”. No suele ser Ebert tan categórico. Sus palabras reflejan su dolorosa experiencia con los hospitales y la enfermedad. Nuestro punto de vista suele cambiar mucho cuando sabemos bien de lo que hablamos. Sobre todo si no lo hacemos desde la razón sino desde el corazón. No es un ataque a la imaginación ni a la libertad de creación ni a echarle humor a la desgracia. Se trata sólo de hacer todas estas cosas con ingenio y, sobre todo, con un poco de respeto (¿dónde estás Billy Wilder?). Tengo la misma sensación que Ebert ante este tipo de películas. Recuerdo, por ejemplo, Las invasiones bárbaras. ¡Qué mistificación de la muerte! Esta es la razón por la que no soporto esa serie de culto llamada House. Me pregunto qué sentiría cualquiera de sus seguidores si les atendiera un médico de tal jaez al llegar a un hospital o si tuvieran un compañero de trabajo, ni que decir un jefe, como él. La vida es demasiado breve. No se los deseo a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario